La Revuelta
La Boletina
Fem
Cihuat
La Correa Feminista
La Boletina es de todas
Escaparate del feminismo en los estados del país
El primer número de La Boletina advierte en su portada: “Publicación cuando se pueda con el esfuerzo y colaboración de todas”. Año 1, número 1, 17 de junio de 1982.
En la década de los ochenta, el feminismo en México había experimentado formas organizativas que iban desde grupos y coaliciones hasta grandes frentes, como el Frente Nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres (FNALIDM 1979-1981). Este y otros frentes habían demostrado por la vía de
En la década de los ochenta, el feminismo en México había experimentado formas organizativas que iban desde grupos y coaliciones hasta grandes frentes, como el Frente Nacional de Lucha por la Liberación y los Derechos de las Mujeres (FNALIDM 1979-1981).
Este y otros frentes habían demostrado por la vía de los hechos no ser la ruta más óptima para adelantar la causa de las mujeres. El esfuerzo por agrupar en un gran frente a feministas, sindicatos, partidos de izquierda y grupos de disidencia sexual catapultó viejas y nuevas rencillas: la controversia por las formas de alianza con partidos políticos y el rechazo a incluir demandas por los derechos homosexuales provocaron el desgaste y la dispersión de los grupos del FNALIDM y, en general, del movimiento feminista. En un intento por estrechar lazos entre organizaciones feministas y coordinar el trabajo a nivel nacional, se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Grupos Autónomos de Mujeres Universitarias, con lo que comenzó una nueva etapa de reagrupación.
los hechos no ser la ruta más óptima para adelantar la causa de las mujeres. El esfuerzo por agrupar en un gran frente a feministas, sindicatos, partidos de izquierda y grupos de disidencia sexual catapultó viejas y nuevas rencillas: la controversia por las formas de alianza con partidos políticos y el rechazo a incluir demandas por los derechos homosexuales provocaron el desgaste y la dispersión de los grupos del FNALIDM y, en general, del movimiento feminista. En un intento por estrechar lazos
entre organizaciones feministas y coordinar el trabajo a nivel nacional, se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional de Grupos Autónomos de Mujeres Universitarias, con lo que comenzó una nueva etapa de reagrupación.

En el mismo sentido, en abril de 1982, se llevaba a cabo la Coordinación de Grupos Autónomos Feministas que reuniría por corto tiempo a diversos grupos y daría paso a la Red Nacional de Mujeres Feministas (La Red). En ella participó un amplio número de organizaciones, entre las que se encontraban el Grupo LAMBDA de Liberación Homosexual, el Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias (GAMU) y el colectivo VenSeremos, quienes impulsaron la creación de La Boletina, cuyo objetivo era dar a conocer, convocar y organizar a los grupos de la Red con presencia en los estados de la República Mexicana: Chiapas, Colima, Michoacán, Monterrey, Morelos, Tijuana, Xalapa, Distrito Federal, entre otros. De esta manera, La Boletina expresa su voluntad de Ser: “con el esfuerzo y colaboración de todas”.

En la primera edición
Evocar a La Boletina es hablar de las organizaciones que conformaron la Red Nacional de Mujeres Feministas y de la propia Red que le dio origen; en resumen se trata de una extensa tarea de recuperación histórica. Destacamos tres agrupaciones en virtud de su importancia como organizaciones y como impulsoras de La Boletina:

Mujeres LAMBDA. Grupo LAMBDA de Liberación homosexual fue una organización creada en junio de 1978, de carácter socialista feminista, se oponía a cualquier tipo de opresión y represión que pudieran sufrir las personas a causa de su orientación sexual. Este grupo afirmaba que el proceso de liberación homosexual y de liberación de las mujeres estaba directamente relacionado, por ello participaba activamente en el movimiento feminista. Una de sus colaboraciones se dio precisamente en La Boletina, con lo que se ganó un espacio de expresión y difusión.

Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias (GAMU) e dio a conocer el 19 de febrero de 1979 en la Facultad de Psicología. Su origen fue un grupo de mujeres universitarias de distintas facultades que ya se reunía un año antes para analizar la situación de la mujer en la universidad. En ese contexto se fue consolidando la idea de “Crear un poderoso movimiento de mujeres y, en el caso específico de la universidad, lograr una conciencia feminista de las y los universitarios".

Las demandas específicas de GAMU eran la igualdad en el ámbito universitario, la seguridad en el campus, el derecho al trabajo, la socialización del trabajo doméstico; e iban en contra de la orientación sexista y la discriminación en la educación. Más tarde, este grupo se sumaría a la Coalición de mujeres y al FNALIDM en la campaña llamada “Por una maternidad libre y voluntaria”.

El GAMU participó también en La Red y en La Boletina., donde fue responsable, junto con LAMBDA, de los dos primeros números. Es destacable que el recién nombrado Centro de Investigación y Estudios de Género de la UNAM tiene raíces en esta organización universitaria, aunque ello es parte de otra historia.

Colectivo VenSeremos: “¡Ven!… Ven a ser, ven a nacer, ven, seremos para después vencer” es la invitación que hace el Colectivo VenSeremos a todas las mujeres: a ser, ser en colectividad. Este colectivo nació en el ámbito académico de Michoacán el día de las madres de 1982. A pesar de que su espacio natural de acción era la universidad, el colectivo alcanzó mayor amplitud a través del programa de radio “Nosotras las mujeres” donde divulgaba los ideales feministas. También conquistó la columna “Marginalia” en el diario La voz de Michoacán y, finalmente, en La Boletina.

En su presentación, VenSeremos apostaba al potencial transformador del feminismo y afirmaba que ser feminista requiere una formación que capacite para la comprensión y la acción. Para ello, realizaban círculos de estudio donde se analizaban tanto las causas históricas de la opresión de la mujer como los movimientos feministas de la época. La acción feminista es previa al cambio del sistema social, subrayaban.

Pese a que no se cuenta con el listado total de organizaciones que conformaron La Red, las páginas de La Boletina dan cuenta del movimiento feminista en varios estados de la República Mexicana. Entre los grupos que colaboraron con artículos, convocatorias y presentaciones se encuentran:

●Centro de apoyo a mujeres violadas, A.C. (CAMVAC)
●Centro de apoyo para mujeres violadas y golpeadas (Colima)
●Centro de documentación de la mujer mexicana (D.F.)
●Centro de Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL, 1969)
●Coalición nacional de lesbianas y homosexuales
●Colectivo cine-mujer
●Colectivo feminista de Colima (1980)
●Colectivo La Revuelta
●Colectivo VenSeremos (mayo 10, 1982. Michoacán)
●Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias (GAMU, 1979)
●Grupo de mujeres de Culiacan (1982)
●Grupo de mujeres de Xalapa (junio 1980)
●Mujeres LAMBDA (1978-1984)
●Oikabeth (1978-1982)
●Unión feminista revolucionaria (Torreón, Coahuila)

Canal organizativo de la Red Nacional de Mujeres
La Boletina fue fundamentalmente un canal de organización. En sus páginas se convocó a tres de los cuatro Encuentros de La Red (Colima 1983, Morelia 1984, Ciudad de México 1985), también al Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y de El Caribe (Julio 1984, Perú) y, a solicitud expresa de la International Contraception, Abortion and Sterilisation Campaign de Europa (ICASC), al Tribunal Internacional por los Derechos de la Mujer, que se realizó en México, en 1984, como parte de la estrategia política de las feministas en vísperas del Congreso Internacional de Población programado también en México para el año siguiente.

Los preparativos para el Tribunal quedaron a cargo del Centro de Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL), quien convocó a los colectivos de mujeres y de salud popular a enviar sus propuestas y experiencias en torno al aborto, la anticoncepción y la esterilización. Al no recibir respuesta, el Centro concluyó que “en nuestro país no habíamos logrado propiciar la discusión sobre los anticonceptivos, el aborto o la esterilización, ni obtener experiencias de mujeres de diferentes partes de la República sobre el tema.”, por lo que optaron por cancelar el Tribunal, según lo reseñan en su artículo titulado: “¿Por qué abortamos el tribunal internacional?” En adición a este suceso, al momento de la convocatoria, el CIDHAL estaba siendo objeto de una campaña de hostigamiento por parte del gobierno de Morelos, hecho que culminó con la clausura de sus instalaciones.

En el breve espacio que queda
En las páginas de La Boletina no sólo se convocaron y organizaron los encuentros de La Red, también se abrieron espacios de discusión y análisis en torno a los resultados de esos encuentros. La sección “+ Claves y + Clavos” da cuenta de una amplia gama de avisos de interés. También destacan publicaciones encaminadas a reflexionar sobre el sistema de explotación capitalista y el trabajo doméstico no asalariado; textos de carácter más teórico cuyo objetivo era deliberar sobre la exclusión de la mujer en ámbitos como la ciencia y el arte, y discusiones en torno a la participación de las feministas que apostaban por la total independencia de grupos políticos, frente a aquellas que consideran necesarias las alianzas para llevar a cabo un cambio estructural. Ejemplo de esto último es el artículo “Testimonio de una mujer militante”. (LB n. 6)

Un espacio para la disidencia sexual
La Boletina acentúa desde el primer número su intención de dar voz a las “áfonas, aisladas, ausentes” para que puedan expresarse, “hablar en lugar de ser habladas, vivir en vez de ser vividas”; fue un signo de independencia y de comunicación alternativa que representó la difusión del feminismo en la época en la que hablar de homosexualidad, aborto, apropiación del cuerpo y placer de la mujer era posible sólo en publicaciones ajenas a los medios de comunicación tradicionales. (LB, 1982: pág. 7)

En La Boletina siempre existió un espacio para la expresión de la diversidad sexual que empezaba a hacerse visible. Su vocación plural quedó afirmada desde la primera edición con la participación del grupo de liberación homosexual LAMBDA, y de GAMU. En este espacio se dio igual cabida a la difusión de los eventos y a las reflexiones del movimiento homosexual, por ello encontramos en su contenido la convocatoria a la 4a Marcha nacional del orgullo homosexual, un texto en prosa titulado “Porque vivo”, una “Carta de las mujeres lesbianas para todas las mujeres”, los comunicados de la Organización Lésbica y reseñas de libros como La homosexualidad femenina (Úrsula Linnhoff).


Desarrollo y declive
En un contexto de crisis económica serán los pequeños grupos quienes impulsen el feminismo organizándose desde las universidades y buscando integrar al creciente sector de obreras, trabajadoras domésticas, amas de casa, campesinas y a todas las mujeres conscientes de los desequilibrios sociales existentes por el género y el sistema capitalista. En el ámbito de la integración tuvo gran influencia CIDHAL y los grupos provenientes de las Comunidades Eclesiales de Base, por su contacto directo con las mujeres. Sería en la década de los ochenta, una vez madura la gestación del feminismo de la segunda ola, que el movimiento popular feminista empezó a hacerse visible. (Ana, Lau. 2011)

La Boletina tuvo seis ediciones entre junio de 1982 y abril de 1984. Las dos primeras en Ciudad de México, a cargo de GAMU y LAMBDA. Después se trasladó a Morelia, donde Anabel Rodrigo y Josefina María Cendejas se encargaron de su edición. Dejó de publicarse en el número 6-7 y reapareció dos años después, en 1986; “estaba de vacaciones” dice en su primer párrafo. Esta fue su última aparición, en ella difundía los preparativos para el IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que se realizaría en México en 1987. Optó entonces por un formato más parecido a las notas de un cuaderno donde se presentaba la información de encuentros anteriores para que “aquellas mujeres que no han participado” se formaran una opinión. En esa edición destaca también un análisis de la chilena Julieta Kirkwood titulado “Nudos de la sabiduría feminista”, donde conceptualiza los desafíos feministas como “nudos” que forman parte de un movimiento vivo y señala que es a través de estos que se va conformando la política feminista. En este sentido, expresa los nudos manifestados en el segundo Encuentro Latinoamericano y del Caribe (Lima 1983). Se refiere particularmente al nudo del saber y al nudo del poder, recalcando la importancia de “considerar la lingüística, las palabras mismas puestas en género, la subjetividad que lleva incorporado cada conocimiento y cada forma de conocer" y cómo en “el problema del poder y su práctica, las mujeres somos las grandes ausentes”.

Quienes crearon La Boletina pensaron en descentralizar la publicación y rotar su edición, impresión, recolección, difusión, así como las aportaciones de contenido. En cuanto a su financiamiento, este se distribuyó entre las asociaciones de La Red a partir de cuotas por concepto de cierto número de ejemplares. La Boletina pone de manifiesto el gran esfuerzo colectivo y de adhesión en todo sentido, tal como lo refiere la leyenda en la contraportada: “La Boletina es de todas”.

Aunque la tendencia editorial de la época en espacios alternativos era no firmar los artículos, a efecto de romper la verticalidad organizativa y evitar el predominio de personalidades, se sabe que en La Boletina colaboraron figuras emblemáticas del feminismo como Anabel Rodrigo, Fernanda Navarro, Josefina Ma. Cendejas, entre otras.

La Boletina tuvo una corta vida (1982-1986) en comparación con otras revistas, como Fem (1976-2005), y cumplió una función predominantemente organizativa en un intento de reagrupar un movimiento diseminado y cada vez más diverso con el ingreso de organizaciones urbano-populares y de disidencia sexual. Asimismo, constituyó un importante espacio de expresión para los nacientes grupos lésbicos y homosexuales, tales como Oikabeth (1978-1982) o LAMBDA (1978-1984).
Descargar PDF
Inicio